*Punto de vista de Amelia*.
"¡Alia!", Nico me llamó, ansioso, mientras me dirigía a mi despacho.
Al girarme, me encontré con él, y al lado, un hombre en estado lamentable. Su cuerpo estaba cubierto de moratones y su rostro se veía tan hinchado que apenas era reconocible.
Me apresuré hacia él y el...