*Punto de vista de Amelia*.
Al llegar al territorio de la Manada Plenilunio, me dirigí directamente a mi habitación para tomarme una ducha y descansar.
Estaba demasiado confundida, y era incapaz de dejar de pensar en las palabras de Ernesto. «Por favor, recházalo por mí»… Esas palabras seguían resonando en mi cabeza....