*Punto de vista de Amelia*.
Como el caballero que era, el Rey Alfa me tomó la mano para luego plantar un suave beso en el dorso.
Me helé ante el contacto, sintiéndome incómoda de inmediato. Hasta pude sentir lo sorprendidos que estaban todos los que nos rodeaban.
Unos segundos después, el Rey Alfa...