El día que mi novio, Víctor Buron, regresó al país, vino a recogerme a la oficina. Por casualidad, se encontró con mi hermana, quien había venido a pedir dinero para sus gastos. Justo en ese momento, mis compañeros comenzaron a exclamar con admiración.
—Rosi, ¡qué suerte tienes! Tu novio, a una...