El día que Alphonso fue dado de alta, los periodistas abarrotaban la entrada del hospital.
—Disculpe, Sr. Floro, ¿es cierto que las heridas en su cuerpo fueron causadas por la Señorita Villeda? —preguntó uno de ellos.
Lupita, furiosa a su lado, exclamó:
—¡Fue ella quien lo hizo! ¡Esa mujer es realmente malvada!
Alphonso sonrió...