Ria me miró con inocencia, estaba radiante, me ponía muy incómoda. Mientras nos mirábamos, el silencio nos envolvía, ¿cuándo había vuelto? O mejor dicho, ¿por qué había vuelto? Se inclinó hacia mí y me tocó el codo sonriendo. "¿Quieres un trago?".
Ante su palmada retrocedí, sentía una enorme amargura. ¿Por...