Un nudo se formó en mi garganta ante su ridícula sugerencia. Comencé a sentirme nerviosa al recordar la última vez que habíamos dormido juntos. Hice una mueca y me incliné para sacar un par de almohadas adicionales. No quería cruzar ninguna línea, no de nuevo.
"¡Está bien!". Dejé escapar un profundo...