Lionel no sabía que la llamada había provocado tanta hostilidad en Seve. Él estaba tranquilamente sentado en una silla con un chupetín en la mano, sonriendo mientras decía:
-Mami, estoy en el orfanato de San Petersburgo ahora. Ayudé a una huérfana antes y ella estaba aquí. Hoy me puse en contacto...