Al llegar a mi residencia, pude ver unos cuantos coches estacionados frente a mi domicilio, entre los cuales pude reconocer la lujosa Range Rover Evoque color verde olivo de Eddie, quien se aproximaba con un trago de whisky en la mano.
—¡Por fin llegas! ¿Dónde rayos te metes el teléfono? —inquirió...