Desde el punto visto de Nathan.
Estaba a punto de volverme loco.
¡¿No me quería?!
¡¿No le importaba que ese id*ota fuera su pareja maldita?! ¡¿Ni tampoco que yo fuera su compañero dado por la Diosa?!
Debió ser porque aún no me dejaba abrazarla.
Si me hubiera dejado hacerlo...
Respiré hondo para tranquilizarme. Me dieron ganas...