Punto de vista de Logan
Emma sabía increíble y yo no me saciaba. Su olor, su piel, su calor... Toda ella era una maravilla.
Besé su cuello y chupé el lugar en el que llevaría mi marca. Ella gimió.
"¿Seguimos esto en el cuarto?", pregunté, rogándole a la diosa para que me dijera...