Punto de vista de Andrew:
"Mírame, pequeña", logré decir entre sollozos.
Su mirada encontró la mía paulatinamente, y sentí cómo las lágrimas caían sobre mis mejillas. Llevaba tanto tiempo deseando ver sus ojos.
"Hola, cariño", susurré. "Estás bien, estás a salvo".
Ella seguía confundida y desorientada. Parpadeó varias veces, incapaz de mantener los ojos...