Punto de vista de Emma:
Sentía ganas de matarlo.
De verdad, tenía muchas ganas de hacerlo.
Si bien nunca fui una persona violenta, y nunca sentí el impulso de dañar a otro, ¡en ese momento me invadió una intención asesina!
¿Acaso había enloquecido? ¿Por qué amenazaba a una madre con su cachorro nonato?...