—¡Joder, Eva, te dije que ese hombre era un peligro! —gritó Demetrio con el rostro rojo de coraje.
Evangelina sentía su corazón latir lentamente, pensaba que conocía a Santino de toda la vida, compartió con él, y nunca lo conoció.
Llevó las manos a su rostro empapado mientras ahogaba el llano en...