Eva se quedó estática viendo al hermoso hombre que estaba en frente de sus ojos. Sus piernas temblaban y no podía articular ninguna palabra.
—¿Por qué me dejaste Eva? ¿Por qué no has vuelto a casa con tus Trillizos? Te necesitan, al igual que yo, ¡¿por qué cojones me alejaste de...