A horas de la madrugada, Evangelina se levantó para ver a Demetrio dormir a su lado, lo despertó con un beso en los labios para irse.
—Tengo que irme, mi amor —besó sus labios con ternura.
—¿Ya? —preguntó entre dormido.
—Sí, quiero irme temprano para volver lo antes posible, además, recuerda que voy...