Metieron a Demetrio a quirófano para extraer la bala que había perforado su pulmón y se estaba agravando.
—Tiene que salir la señora, y dejar al paciente en nuestras manos.
—Pero…
—No puede estar aquí, lo siento, señora —exclamó la enfermera.
Eva estaba nerviosa en la sala del hospital, caminando de un lado a...