Finalmente, tuvieron una siesta y él se sintió más tranquilo.
—Antes de que oscurezca, salgamos a buscar las cosas que necesitarás para asistir al instituto. Estoy tan feliz de que dentro de unos días te graduarás e irás a la universidad.
—¡Ah, estoy tan emocionada! Siento que vuelvo a ser...