Horas más tarde, Madison se comunicó con la señora, donde actualmente está trabajando, y le comentó el motivo de su ausencia. La jefa le recomendó que descansara y, cuando considerara conveniente, podía presentarse nuevamente.
—¿Con quién hablas, madre? —Preguntó el hijo acercándose a ella.
—Ah, es Madison, la chica que nos ayuda...