—Si Donald, recuerda que nos la debes —dijo Sarah, mientras miraba a Donald, desde donde estaba sentada.
— ¿Van a seguir con eso? Las voy a llevar de viaje e incluso las eh traído aquí, ¿No es eso suficiente para que olviden todo? —dijo Donald.
—No, solo Dios sabe cuánto dinero hemos...