—Tú…. Lo que dices… —murmuro Miguel.
—Ven, Miguel, obviamente tenemos más de que hablar, y francamente Mary de seguro debe estar escuchándonos en estos momentos detrás de la puerta, y necesitamos privacidad para seguir hablando —dijo Donald.
— ¡Ese infeliz! —pensó Mary, frustrada, dentro de su mente, mientras oía, como las pisadas...