Cuando Isabel salto, el grupo entero no pudo evitar adelantarse para ver cómo había caído, y cuando vieron que Isabel emergía sin ningún rasguño, Esperanza, María, Valentina y Mary, no pudieron evitar dar un suspiro de alivio.
— ¡¿Quién será el siguiente?! ¡Vamos Miguel ven aquí! ¡¿O quieres que Mary vea...