—Tu debes de ser mía…tan solo mía…y no lo aceptaré de otra manera. Nacimos juntos, estaremos juntos…y moriremos juntos, Génesis. — decía Giles Levana sobre los labios de su gemela, para luego besarla con fiereza.
Cerrando los ojos, y sin lograr sacarse a Giles de encima suyo, Génesis derramó lágrimas. Aquello...