Santiago se despierta en la mañana y ve a Susan mirando su teléfono, como si no pudiera creer lo que acaba de escuchar al responderlo. Se pone de pie y lo tira contra la cama furiosa al tiempo que grita.
—¡Maldita, maldita! ¡Te mataré con mis propias manos, te mataré!
—Susi cariño,...