Unas risitas me despiertan, abro los ojos y no puedo creer lo que veo, a Christian, qué se ríe feliz con los dos niños encima de él.
—Hola niños, ¿saben que no pueden entrar, en la habitación de mamá y papá, sin tocar la puerta?
—¿Por qué? —preguntan inocentes.
—Pues porque papá y...