—¡No puede ser, no puede ser! ¡¿Cómo y cuándo pasó eso, que no nos enteramos de nada?! ¡¿Santiago,no me digas que fuiste tú el que encerraste a mi hija, tantos años, después de quitarle la hija, no me lo digas porque soy capaz de matarte aquí mismo?!
—No señor, no fui...