—Señor, ¿qué hace aquí? —escucha la voz de un guardia de seguridad. Sin darse cuenta ha ido a parar a la entrada.
—Emilio, ¿por casualidad mi esposa ha andado por aquí?
—¿Cómo lo sabe?
—¿Estuvo, la dejaron entrar? ¡Di órdenes precisas de que no lo hicieran! —dice furioso de que lo hayan desobedecido....