—¿Eres un idiota, niño? ¿Cómo puedes decirle eso a alguien como ella? ¿No ves que te está usando? —gritó, haciendo notar su presencia.
—Ahora, ahora, Leonardo, no digas eso. ¿No ves que es un amor juvenil? No hay nada más hermoso —respondió Evans, burlándose.
—¿Quién carajo eres tú? —gruñó Germán.
—Y tú, papá,...