Por razones difíciles de explicar, me extirparon el útero.
Al salir del quirófano, escuché a mi madre pedir al personal médico que mantuviera el secreto.
—Mi hija solía ser una figura pública; no puede permitirse que esto se sepa.
—Ha sufrido demasiado, no puede soportar más rumores.
...
Giré el rostro, y las lágrimas empezaron...