Mi madre regresó justo a la hora de la comida.
—Leonor, lo siento mucho, tuve un asunto urgente.
Mi madre parecía extremadamente nerviosa y llena de culpa.
Como si hubiera hecho algo que temía que yo descubriera.
Sonreí débilmente y le dije que no importaba.
—¿Podré salir del hospital en una semana?
—Sí...
—Cuando vuelva a casa,...