Al salir del elevador en el estacionamiento del hospital, Fabían y Luisa se adelantaron.
Ellos caminaban juntos, conversando con una complicidad de pareja perfecta.
Y yo, siendo su esposa, quedaba atrás, siguiéndolos.
Al pasar por la oficina de Fabían, me encontré con un colega de mi padre que salía en ese momento.
Al ver...