"¿Por qué se piensa eso?", pregunté yo, preocupada.
"A saber qué ronda por la mente de un niño.", dijo él, y suspiré ante la dureza de su tono.
"Hablaré con ella mañana.", concluí a modo de despedida, pero él me agarró de la mano y un hormigueo me atravesó
"Sígueme." Necesitaba dormir como...