"Gracias, cariño.", dije, acariciándole la mejilla.
"Te hice una cosa, pero como no me quedó bien, pues la tiré.", me informó.
"Seguro que me hubiera encantado."
Entramos en la casa, y luego de que los sirvientes me saludaran, subí a mi habitación, la cual estaba ordenada y rezumando al olor del alfa Edward....