Anaiah
El hombre no me quita los ojos de encima a lo que mi hermano frunce el ceño.
—¿Qué haces aquí, Erickson? —le pregunta con brusquedad y recién en ese momento me deja de mirar.
—Quería saber si podíamos hablar.
—¿Sobre qué? —se queja el otro—. Sabes cuál es mi...