Narradora: Caliana.
En ese momento, no tenía ganas de hablar, llorar, ni respirar. Sentía que en cualquier momento iba a derrumbarme, justo como lo hizo mi vida, esa vida que consideraba perfecta. No le resulté suficiente a mi pareja, y ahora, a dondequiera que miraba, me aparecía su hermoso rostro. Jamás...