Mi compañero me miraba, y yo quise escaparme de sus brazos, pero él me lo impidió.
“¿Podrías por favor dejarme ir?”, me quejé, al tiempo que le sonreía al alfa Milan y a la Luna Kelly, que miraban en nuestra dirección.
“¿Para qué? ¿Para que puedas ir con él?”. Y agregó: “¿De...