YENEFER
Mi cuerpo se puso rígido cuando Franco se acercó y poso su boca contra la mía. Rápidamente puse resistencia y susurré contra sus labios.
_ ¡Déjame ir! Tengo que irme.
Sin embargo, ignoró mi lucha y continuó besándome y acariciando mi cuello, debilitándome con su toque. Sosteniendo mis mejillas, se...