FRANCO
Yenefer me empujó con todas sus fuerzas y luego corrió al baño. Era como un ciervo que huye en busca de seguridad. Por alguna razón, lo encontré realmente lindo y no podía quitarle los ojos de encima.
_ Franco, ¿por qué siempre la intimidas? Yen no es tan descarada como...