NINA
Después de llegar a casa, le pedí a Abner que se uniera a mí para tomar una copa.
_ ¿Por qué volviste de repente?
preguntó Abner, sentándose frente a mí. Al ver la tenue luz que brillaba en su rostro, sentí que se veía un poco impredecible.
Estaba vestido con un traje azul...