YENEFER
Levanté la cabeza y espeté:
_ ¡Estás pidiendo demasiado! ¡Estás siendo irrazonable!
Franco ni siquiera se inmutó cuando levanté la voz. Me golpeó con su fría mirada. De repente, el ambiente cálido y reconfortante en la habitación se volvió helado como si hubiera sido congelado por una entidad invisible.
Tomé una...