YENEFER
Esa noche, justo cuando estaba a punto de acostarme, recibí una llamada de Abner.
_ Yenefer, ¿adivina lo que acabo de ver? Sophia estaba sola en el bar, bebiendo. ¡Ella no parecía tener cáncer terminal en absoluto!
_ Tal vez el médico le había prohibido comer comida deliciosa o beber...