YENEFER
El agarre de Franco sobre mí se intensificó considerablemente. Mirándolo, vi que me miraba en silencio, con los labios fruncidos en un ceño fruncido. Nerviosa, le expliqué apresuradamente:
_ No me malinterpretes. Siempre soñé con tenerte rendido a mis pies, enamorado perdidamente de mí, dejando por primera vez en tu...