Liliana apoyó mi decisión de divorciarme con fervor, y hasta me ayudó a contratar al mejor abogado. Sin embargo, Adrián pensaba que estaba actuando por despecho. Creía que con una disculpa y un poco de dulzura podría arreglarlo todo.
Durante varios días, cocinó personalmente y trajo la comida al hospital.
—Gabriel, el...