Miraba fijamente la bolsa de ropa sobre la mesa, inquieta. Anoche, al salir del hotel, devolví la chaqueta a Raúl. No había olvidado que me engañó. Raúl no la aceptó.
—¿Así tratas a tu benefactor?
Yo: …
—La lavaré y se la devolveré limpia. —Le respondí con una sonrisa forzada.
—Tu investigación me interesa...