HENRY
Cuando llegué, el señor Donet ya aguardaba por mí en la oficina que antes ocupaba Camile.
—Buenas tardes, señor Donet —extendí mi mano hacia él y la tomó con una sonrisa de satisfacción en sus labios—. Al parecer no está para nada sorprendido de verme aquí.
—Buenas tardes, muchacho. Créeme que me...