CAMILE
Laurent, Vivian y mi madre, se encontraban a un lado, en unos sillones, velando por el sueño de los pequeños.
Despacio, seguí a Henry y noté que la niña, era nada más y nada menos que Jillian. Sin embargo, había crecido muchísimo y apenas la reconocí. Al estudiar sus facciones, comprendí...