HENRY
—¡¿Pero que ven mis ojos?! —dije separándome de él, y mirando cómo había cambiado—. Vaya que has estado comiendo —lo pinche. Y es que no era para menos; Zac había crecido demasiado corporalmente. A leguas se notaba que le había sacado el jugo a su gimnasio.
—Tanto tiempo, Rick —fue lo...