CAMILE
—Necesitamos hablar… —fueron las palabras que escuché, quedándome tiesa en el mismo sitio donde me encontrada de pie, intentando abrir el coche—. Necesito que me escuches unos minutos, Camile —volvió a decir y cerré los ojos sin voltearme a verlo.
Mis dedos comenzaron a reaccionar y abrí la puerta del coche...