HENRY
Colgué la llamada y me quedé mirando el puto teléfono. Después de todo, mi tío tenía razón en todo. De inmediato me puse de pie, cerrando los ojos por el potente dolor de cabeza que me invadió.
—Aún no estás recuperado, debes descansar —dijo Danielle y negué.
—Debo traer a Camile y...