CAMILE
—Aquí tiene mi contraoferta, señor Riddle… —pronuncié de manera sugerente, sentándome a su lado y cruzando mis piernas. Sus ojos recorrieron con confusión mi rostro, mi torso y mis piernas, mientras yo no dejaba de verlo a la cara para no perder esa seguridad que aparentaba tener.
Lo oí suspirar y...